lunes, 23 de abril de 2007

Sectas Destructivas

Definir el concepto de secta no es una tarea fácil. Habitualmente, se considera secta a toda organización con unas características propias claramente identificables, que son:

1. Estructura piramidal. Existe una jerarquización en la que se distingue cúspide absoluta (líderes), mandos intermedios y adeptos.

2. Sumisión incondicional a los dirigentes. Es norma absoluta de conducta la sumisión a los líderes. Éstos pretenden presentarse como instrumentos de Dios (o como Dios mismo), y han de someter a todo miebro de la secta.

3. Anulación de la crítica. La secta no permite ningún tipo de crítica interna o externa, y anula la lectura de toda fuente ajena a la misma, con el fin de alimentar la fidelidad ciega del adepto.

4. Persecución de objetivos económicos y/o políticos enmascarados bajo una ideología de tipo filosófico o religioso. Los líderes de las sectas persiguen objetivos lucrativos y/o políticos, buscan el poder y el dinero, ocultando sus fines con supuestas finalidades de tipo histórico, espiritual, filosófico o filantrópico.

5. Instrumentalización de los adeptos con el fin de obtener los fines de la secta. Las sectas utilizan a sus adeptos para la consecución de sus fines. La práctica totalidad de las sectas perciben dinero de sus adeptos, que son asimismo utilizados en la captación de nuevos miembros, en la explotación sexual, etc.

6. Ausencia de control de una autoridad superior sobre la secta. La ausencia de una autoridad superior conlleva la libertad del líder sobre las actividades de la secta.




Por su parte, las sectas destructivas se caracterizan principalmente por incidir en la libertad del individuo y condicionar su conducta. Suelen utilizar también situaciones de desorientación social como catástrofes naturales, de guerra o terrorismo, para reafirmar el fin apocalíptico del mundo.



En 1995, la Asamblea Nacional de Francia, presidida por Alain Gest, definió 10 criterios para caracterizar a las sectas destructivas:
- Desestabilización mental.
- Carácter desorbitado de las exigencias financieras a sus adeptos.
- Ruptura inducida con el entorno o ambiente de origen.
- Atentados contra la integridad física.
- Reclutamiento de los niños.
- Discurso antisocial.
- Disturbios de orden público.
- Importancia de querellas judiciales contra las sectas.
- Eventual desvío de los circuitos económicos tradicionales y tentativas de
enfrentamiento en los poderes públicos.

Un caso extremo relacionado con este tema ocurrió el 20 de marzo de 1995 en Tokyo, Japón, cuando "Shoko Asahara" (líder de la secta destructiva "La Verdad Suprema") ordenó a sus seguidores, colocar bombas con gas sarín neurotóxico en el sistema de transporte del metro. "El resultado fueron más de 5000 intoxicados y 12 personas muertas. Seis semanas más tarde, los mismos adeptos de La Verdad Suprema efectuaron otro acto terrorista en otra estación. Afortunadamente hubo un retraso en el mecanismo de la bomba y pudo ser desactivada a tiempo. De no haber sucedido esto, la mezcla de cianuro e hidrógeno que contenía el artefacto explosivo hubiera privado de la vida en minutos a 20,000 usuarios del tren subterráneo."

Esto es sólo un ejemplo de las actividades que una secta destructiva puede llegar a desempeñar, razón suficiente por la que muchos gobiernos en el mundo han prohibido los actos relacionados con estas organizaciones.


http://es.wikipedia.org/wiki/Secta#Cienciolog.C3.ADa
http://www.mercaba.org/Sectas/presentacion.htm


Por:
Francisco Baeza Segovia
Almudena López Díaz